No importa cuanto hayas avanzado, ni cuanto te costó acercarte a ella, ni cuanto tiempo escuchaste sus problemas y le aconsejaste cuando creiste oportuno. No importan las conversaciones en las esquinas, sin café de por medio y a una temperatura inferior a los 10º C. No tienen sentido los pequeños dobles sentidos que tira cada uno ni la sensación de duda que ronda en el aire incentivada por un oportuno "me habrá querido decir X cosa?"
No, todo eso pierde el sentido cuando el ex solo tiene que acercarse (o no) y decirle "Soy lo que buscás y te acompaño a la cama. Siempre encuentro un rato en el día para escuchar tus gansadas."
* para tenerla rendida a sus pies.
* Gracias Panchi Stuart por la magiaEtiquetas: teorias