Esto pasa cuando uno escribe lo que piensa...

¿Por qué negarlo? Algunas veces es posible lograr cosas maravillosas con solo cerrar los ojos y dejerse estar. Yo lo sé, usted lo sabe y, ¿quién sabe?, quizas todos lo sepan. Eso no significa que siempre lo pongamos en práctica. Bastaría consultarlo persona por persona, ciudad por ciudad, país por país y nadie estaría dispuesto a tomarse la tarea. No por vagancia, a no confundirse, sino por ser una cuestion desubicada. ¿A quién le gustaría que lo cuestionen por la manera que obtiene sus ideas? No habría derecho.


(Pensamiento involuntario surgido el 03/05/06 durante un receso, tomando café con media lunas en la planta baja del pabellón III de Ciudad Universitaria)