martes, julio 11, 2006

Universitarias

Lucía Rongo nunca me dio bola. Es verdad que nunca le di motivos para hacerlo, pero uno no puede estar pendiente si al otro le interesa, menos a ella que desde el vamos parecía inalcanzable académica o socialmente. Siempre me resultó difícil forjar lazos de amistad, por lo cual me hubiera sido vano cualquier intento para llamar la atención (por decirlo de alguna manera) de una persona que parece evadir cualquier contacto con el resto de la clase.

Era una chica muy linda en la medida de lo normal, y cuando digo esto me refiero a que la suya no era una belleza descomunal, ni siquiera exótica. Ni siquiera puedo afirmar que es la chica más linda que vi en mi vida; si me pongo a hacer memoria hay unas cuantas delante de ella, pero hoy no estoy hablando acerca de Rocío, Florencia o Líbera.

El punto es que yo no podía dejar de mirarla, estaba completamente obnubilado (por no decir tarado) cada vez que tenía que darme vuelta para apenas mirarla tomar apuntes. Es realmente incómodo que te parezca linda la chica que está dos bancos más atrás tuyo, sin contar la inexorable falta de sutileza cada vez que quería apreciarla.

Hablé con ella un par de veces pero solo porque dio la casualidad que tuvimos que hacer unos trabajos prácticos en dupla, así que ni siquiera puedo anotarlo como mérito mío. Alguna vez me pasó un apunte, incluso me escribió algún que otro mail preguntándome cosas antes de algún examen, pero nunca hablamos de otra cosa que no fuera semiología. La única vez que se sentó al lado mío fue en la última clase antes del segundo parcial: la profesora pidió a la gente de los bancos de atrás que se trasladen a algún asiento más cerca del pizarrón, lo cual denotaría que tampoco fue mérito mío.

Con esto no estoy diciendo que estoy locamente enamorado de ella o que lamento no haberla besado nunca. A lo sumo, me hubiese gustado tomar un café en el kiosquito del subsuelo o haber hablado de alguna trivialidad, esas forradas que no te atan sentimentalmente a nadie. Podría mandarle un mail, pero no tendría sentido.

Lucía Rongo nunca me va a dar bola y, es verdad, no se si vale la pena darle motivos para hacerlo.

2 Comments:

Blogger lunanueva said...

mmm...
¿Conocés la fábula de la zorra y las uvas?

12 julio, 2006 21:32  
Blogger Coxon said...

Si. Sin embargo no me interesa intentarlo, no por arrogante (ni por argumentar que ella es un racimo de uvas verdes), sino porque nunca hubo una real comunicación que me de la pauta si realmente me gustaba o solo era una cara bonita.

13 julio, 2006 10:45  

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SI USTED LEE ESTO ES QUE ESTA BUSCANDO A LUCIANA SALAZAR
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